Hace ya 14 días del inicio de una de las medidas más virulentas propiciadas por el sector agropecuario argentino.
El propósito de este comentario es el de acercar algunos conceptos económicos básicos, para ayudar a entender el por qué de esta medida y que tienen de cierto los argumentos esgrimidos por cada una de las partes del conflicto.
El origen del paro:
El 11 de marzo pasado el ministerio de economía, mediante la resolución 125/2008 modificó lo que se denomina "sistema de retenciones a las exportaciones", pasando de un mecanismo fijo a otro móvil, que varía de acuerdo a la evolución de los precios internacionales.
Por esta medida, los exportadores de trigo, soja, girasol y maíz comenzarán a tributar entre 7 y 9 puntos más que en la actualidad previendo que pueden llegar a tener que tributar casi un 50% de su precio de venta.
El fundamento del Gobierno:
El fundamento económico "real" de la medida, se basa en lo que se denomina como la "teoría de la utilidad marginal decreciente", la cual proclama que una persona cuanto más gana, menos "utilidad" le da a su dinero.
Así por ejemplo una persona pobre consume todo su ingreso en alimentos y una rica en cosas suntuosas y superfluas.
También es cierto que, todo artículo que tenga posibilidad de ser vendido a un precio mayor en el exterior, quien lo produzca intentará colocarlo en dicho mercado (quien no lo haría acaso?) y, si tiene un remanente para el mercado interno habrá que pagarlo a precios internacionales.
Que argumenta el campo?
Obviamente que la medida es "unilateral", "confiscatoria" y que así "no les conviene producir" y que en un escenario tan imprevisible nadie piensa en invertir. (también tienen razón)
La falta de experiencia y la soberbia:
Si bien el fundamento de "texto universitario" del señor Ministro de Economía es cierto, al igual que la frase de nuestra presidenta respecto de "Ver el pollo por TV", tampoco lo es menos que: "la pólitica económica no deja de ser política al fin".
Por tal motivo, antes de tomar medidas como la que se comenta, debería haberse analizado adecuadamente el impacto que iba a generar, previsible por cualquier estudiante de economía.
La frutilla sobre la crema la pone la Sra. Cristina "K" con un discurso que, lejos de poner un paño frío, como se esperaba de una "mujer" presidenta, instó a la indignación casi general y en particular, de los vecinos porteños "PRO" que hasta días atrás miraban el asunto por arriba del hombro.
Y ahora que viene?
El poder ejecutivo no puede dar marcha atrás con la medida porque de hacerlo, quedaría seriamente debilitado y condicionado a futuro en la definición de la política económica del país.
Por su parte el campo, aunque tenga razón en su pedido debería, por el bien de los argentinos mostrar un "gesto" de grandeza, deponiendo la medida de fuerza y sentandose a negociar por la "gente", porque ellos no son "patoteros" son trabajadores y también por la seguridad de sus propias familias.
Lamentablemente, si esto no ocurre, se cierne la amenaza de la instauración de un modelo tipo Venezuela que supongo, nadie desea para nuestra patria.
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